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Consejos y estrategias

Cómo deshacerte de los malos hábitos

Dicen que toman 21 días para que algo se convierta en un hábito. Durante nuestras vidas adquirimos hábitos nuevos sin siquiera darnos cuenta, pero...

Dicen que toma 21 días para que algo se convierta en un hábito. Durante nuestras vidas adquirimos hábitos nuevos sin siquiera darnos cuenta, pero esto no necesariamente quiere decir que son hábitos indispensables. Existen algunos de los que sería mejor que nos deshiciéramos, ya que afectan nuestras relaciones personales y nuestra productividad en el trabajo.

Al tener un hábito, el cerebro se siente cómodo y no hace ningún esfuerzo por crear o realizar una acción diferente para enfrentar cualquier situación, sino que hace lo que está acostumbrado a hacer.

Es tan simple como nuestra rutina diaria, siempre hacemos todo en el mismo orden: nos levantamos, tomamos un baño, nos vestimos, desayunamos y salimos a trabajar. Todo siempre en el mismo orden. Esto es un ejemplo muy sencillo, pero puede aplicar para muchos otros aspectos de la vida. Por ello, es necesario realizar algunos cambios en ciertos hábitos.

Primero que nada, tenemos que saber cuál es hábito en nuestra rutina que nos está haciendo daño y posteriormente poner atención a los detalles para poder modificarlo. Se recomienda que al final del día hagas un repaso de todo lo que sucedió y de cómo reaccionaste ante ello o por qué paso.

Si no sabes exactamente cuál es el habito que deberías eliminar, pero no te siente al 100% y notas que constantemente estás molesto o te irritas fácilmente, intenta encontrar el motivo y cambiarlo.

Esto facilitará que realices un cambio, ya que detectarás cuáles son las pequeñas cosas que tienes que evitar y tratarás de hacerlas de diferente forma. Si esto es practicado durante al menos 21 días seguidos, te habrás deshecho del viejo hábito que representaba un carga y habrás adquirido uno nuevo que te beneficiará.

Otra cosa que te ayudará, es convivir con gente nueva, ya que probablemente las personas con las que te juntas, comparten y fomentan el hábito que ya no quieres, como tal vez fumar.

Hacer cambios de la noche a la mañana no es tan sencillo, por ello es recomendable empezar poco a poco, ser constante y plantearte un límite de tiempo en el que quieras ver esas modificaciones. Es importante mantener en mente que tal vez algún día no cumpliste tu propósito, pero no por ello te vas a dar por vencido. ¡Sigue adelante!

Fuente: revistamoi.com

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