Antecedentes
Entre 1997 y 1999, se llevó a cabo la privatización de Ferrocarriles Nacionales de México, FNM. De aquí, surgieron seis ferrocarriles de carga: dos grandes, uno mediano, dos pequeños y una terminal en el Valle de México. El Gobierno obtuvo por la privatización alrededor de 2 mil 500 millones de dólares, y los ganadores, actuales concesionarios, se obligaron a invertir en las concesiones otros 2 mil millones de dólares en un plazo de 10 años.
De los seis concesionarios, TFM se convirtió en Kansas City Southern de México, al comprar a los accionistas minoritarios las acciones de los socios mayoritarios mexicanos. Ferromex y Ferrosur, ambas inversiones en su mayoría de mexicanos, manifestaron su decisión de fusionarse, fusión que se encuentra en litigio en los tribunales. Uno de los ferrocarriles pequeños, el Chiapas-Mayab (100% propiedad de extranjeros), que operaba unas líneas en la península de Yucatán y de Chiapas, enfrentó problemas de diversa índole, por lo que decidió retirarse de México. La operación de estas líneas la lleva ahora en forma temporal una empresa del estado llamada Ferrocarril del Istmo.
No existe el servicio de pasajeros, salvo un ferrocarril turístico y un suburbano que acaba de iniciar su operación en la Ciudad de México. Otras dos líneas de suburbano en la misma Ciudad ya han sido licitadas y se espera resolución para principios del año que viene.
Desempeño de los Ferrocarriles 1995-2007
Los ferrocarriles, en su conjunto, han aumentado su volumen de carga transportada de 37.6 miles de millones de toneladas/kilómetro a 77.2 miles de millones de ton/km, es decir, más que duplicado en 12 años a un ritmo superior al de la actividad económica. Se toma como base el año de 1995 por ser este el último de operación normal de FNM. Esto ha sido posible porque la penetración en el mercado de transportación terrestre pasó de 18.7% en 1995 a 26.5% en 2007.
Adicionalmente, cabe mencionar que los precios que los ferrocarriles cobran por la carga hasta 2006, se redujeron sensiblemente y sólo a partir de entonces aumentaron ligeramente a raíz del fuerte movimiento en el diesel, sin embargo y a pesar de esto, durante 2007 los precios fueron aún menores que en 1995.
En general, el desempeño ha sido satisfactorio, aunque los ferrocarriles mexicanos aún mantienen índices de desempeño menores que los que se tienen en EUA. Esto en gran parte se debe a que las distancias recorridas en México son mucho menores a una tercera parte.
Considerar que el desempeño de los ferrocarriles privatizados ha sido satisfactorio es en verdad una tontería mayúscula, sobre todo si abordamos que sólo han ocacionado el eriquecimiento de las empresas privadas, en detrimento de la soberanía nacional y han generado una mayor dependencia económica-
El desempeño de los Ferrocarriles es satisfactorio para sus actuales dueños; es un hecho que con la privatización ha incrementado su eficiencia, han duplicado el manejo de carga, las vías están rehabilitadas en un 60%, han invertido en el mantenimiento y rehabilitación de la infraestructura y el equipo tractivo, de arrastre y de telecomunicaciones, más del doble de lo que estaban obligados según la concesión; han entrado a la modernidad aplicando tecnología que tienen los ferrocarriles Estadounidenses. Claro que todavia les falta mucho porque lograr abatir los rezagos de casi un siglo, les va a llevar mucho tiempo y mucha inversión, sin embargo, los concesionarios han cumplido con las reglas impuestas por el Gobierno. Si los invesrsionistas se han enriquecido, pues seguramente si, porque no son hermanitas de la caridad, invierten para ganar. A la soberania Nacional no le ha hecho ningún daño y tampoco tienen dependencia economica, salvo de sus accionistas. Lo que deberían de criticar y no lo hacen porque no saben de que están hablando, es por ejemplo: Que el servicio de pasajeros se terminó y que el servivio de carga y paquetería que antes llegaba a toda la población, ya no se presta y eso si afecta al pueblo que antes podían no solo transportarse sino que las mercancias y los alimentos podían llegar a cualquier población a precios muy accesibles, pero en todo caso eso es culpa del Gobierno y de los congresistas que nada hicieron por el pueblo, y así establecieron las reglas en la concesión. los inversionistas nada tiene que ver, ellos están haciendo negocio.