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Finanzas Personales

Las fugas en mi cartera, ¡un boicot a mi presupuesto!

Conoce cómo ubicar el "gasto hormiga" y disminuirlo.

Por Julia Caballero Vidal, Asset Management en BBVA Bancomer | El Economista

Mi nombre es Ricardo, tengo 40 años y soy agente de seguros. Desde hace 18 años disfruto de un matrimonio feliz con mi esposa Marisol.

Vivimos en la ciudad de México, un lugar con siglos de historia y el escenario perfecto que vio nacer a nuestras dos hermosas hijas.

Mis preciosos retoños de 13 y 15 años son mi motivo para pensar en lo mucho que debo ahorrar para brindarles un buen futuro.

Cierto día, muy cercano al fin de quincena, fui a comer con mis compañeros de equipo de boliche para festejar la presea de plata que conseguimos en los recientes juegos internos de las aseguradoras.

En el restaurante, vi con tristeza cómo en mi cartera sólo tenía lo suficiente para el estacionamiento.

La comida la pagué con la tarjeta de crédito, lo que representó un monto extra en mis gastos y una cantidad menos para mi siguiente quincena.

¿Cómo es que me gasto?

Lejos de la celebración, mis pensamientos repasaban una y otra vez mis finanzas personales. Consideraba mi sueldo neto, ya con los descuentos de nómina y el crédito hipotecario y de automóvil que tenía.

Yo pensaba que hacía una buena distribución de mi economía y la conclusión era igual: una quincena más en que al final mi cartera volvía a estar vacía!

Sin percatarme, Gustavo, mi amigo y compañero en los ocho años que llevo en la empresa, había notado la preocupación con que yo observaba mi billetera prácticamente vacía y al esbozar una sonrisa me dijo que a mi cartera le hacía falta el dinero que, como hormiguita, constantemente se iba a algún lugar.

Descubriendo al enemigo

Gustavo se refería a todos esos pequeños montos que se nos van en propinas, estacionamientos, las lavadas del coche o los famosos viene viene, nuestros cortes de cabello, el pan de las mañanas, las botellas de agua en la oficina o hasta los chicles que se nos antojaron, pero que no los consideramos en nuestros egresos.

Reconocer los gastos

Ese día descubrí las grandes fugas que hacían boicot en mi presupuesto y en mis posibilidades de ahorrar, los temibles gastos hormiga que son chiquitos, pero que al sumarse personifican un monto titánico que vacía día a día nuestros billeteros.

Hoy, me atrevo a financiar mis sueños y el futuro de mis hijas con buenos hábitos económicos. Separo la cantidad que me he propuesto ahorrar en el instante que recibo mi quincena.

Pastel en rebanadas

Pienso mis finanzas en porcentaje y no en montos. Respeto 30% de mi sueldo mensual destinado a deudas.

Disfruto un pastel financiero con rebanadas para gastos fijos, alimentación, servicios del hogar, la educación de mis niñas, el combustible del auto, los servicios de telefonía, mi ahorro y los gastos variables con sus consumos hormiga y cíclicos.

Las lecciones

Querido lector, la historia de nuestro protagonista es un buen consejo de familia para dejar de ver vacía su cartera al fin de quincena. Sume todos sus gastos, no importa qué tan pequeños parezcan y piense sus finanzas en porcentajes y no en montos.

¡Ahorre y fíjese metas! Guarde el extra de su aumento de sueldo, pero no sume a su presupuesto el dinero que reciba de manera adicional.

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VTE

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