Dicen que la prudencia es la madre de todas las virtudes. Por eso, es importante saber cómo comportarse en todo momento y en todo lugar, eso incluye tener cuidado con lo que decimos, ya que puede tener un impacto diferente si se dice en un ambiente casual o en uno formal como el trabajo.
En el trabajo, tus superiores esperan mucho de ti y generalmente quieren que tengas iniciativa para resolver los problemas que se presentan día con día. También desean que sus empleados encuentren nuevas propuestas que puedan mejorar el funcionamiento de la empresa o la relación con los clientes.
Sin embargo, hay días que no estamos al cien por ciento y nuestro comportamiento o nuestras palabras pueden llegar a delatarnos. Por todo lo mencionado anteriormente, es bueno que algunos de tus pensamientos los guardes para ti y es mejor que evites decir cosas como las enlistadas a continuación.
1. No puedo
En vez de quejarte porque lo que estás haciendo no te salió a la primera, inténtalo de nuevo. Tal vez prueba un método diferente, pero nunca te cierres e intenta hacerlo con la mejor actitud.
2. Ese no es mi trabajo
Probablemente de vez en cuando te toque hacer una tarea que no te pertenece. Sin embargo, jamás debes decir que eso no te toca, al contrario, hazlo con gusto.
3. No sé cómo se hace
Si realmente no sabes cómo hacerlo, investiga o pregunta. Si tus compañeros tampoco “saben cómo”, el internet es una herramienta que nos ayuda a encontrar hasta lo que no buscamos, seguro no te fallará.
4. Hice lo que pude
No dejes que la flojera te limite, siempre se puede hacer más y sobre todo cuando se trata de tu trabajo que es tu responsabilidad.
5. Me voy
Si en realidad no lo vas a hacer y sólo lo dices como forma de amenaza, es momento de que te olvides de este comportamiento porque no te llevará a ningún lado, por el contrario, tus superiores pueden tomarlo en serio y cumplirlo.
6. Nadie me dijo que lo hiciera
Es tu labor y nadie sabe cuándo ni cómo realizarla mejor que tú.
Así que ahora ya sabes cuáles son las frases que tienes que evitar. Recuerda que lo mejor es asumir tus errores y enmendarlos. Tampoco esperes a que te den instrucciones, ten iniciativa y actúa.
Fuente: Revista moi