Me da mucho gusto dar la más cordial bienvenida a la presentación de un Índice que incorpora a México en una de las tendencias globales que más rápidamente están creciendo.
La conciencia de los inversionistas en el mundo se alinea crecientemente con la conciencia de sociedades y gobiernos, sobre la importancia de mejorar el medio ambiente.
No es de extrañar, entonces, que por un lado los consumidores, y por el otro los inversionistas, demandan con interés progresivo que las empresas demuestren una preocupación activa por el medio ambiente, tanto en sus procesos productivos como de comercialización.
En paralelo con el fortalecimiento de la conciencia ecológica, ha cobrado fuerza también el concepto de responsabilidad social de las empresas, básicamente en dos vertientes:
En primer lugar, el cumplimiento de sus obligaciones laborales, y el procurar condiciones y ambientes de trabajo que van más allá de dichas obligaciones, en favor de sus trabajadores y sus proveedores.
En segundo lugar, la responsabilidad social de las empresas, se expresa con frecuencia hacia afuera, en una colaboración con las autoridades y con grupos sociales en la promoción de equidad para ellos, en el acceso a oportunidades de progreso individual y familiar.
Otro aspecto de la mayor importancia en estos índices, es la responsabilidad de las empresas en el manejo de su propio gobierno corporativo. De hecho, un manejo corporativo responsable, ya es parte de los requisitos legales para que una empresa se liste en la Bolsa.
Los índices de sustentabilidad reconocen la importancia que tienen las empresas en la vida social, y las proyectan a un futuro en el que su responsabilidad por ello, les agrega valor. Esta es la base del concepto de sustentabilidad desde el punto de vista bursátil.
De esta manera, las empresas harán su parte en el compromiso asumido por México de reducir la emisión de gases de efecto invernadero en 30% para 2020, pues esta emisión proviene en cierta medida de las empresas que cotizan en Bolsa.
En la construcción del Índice, la selección de empresas la hicieron dos instituciones calificadoras con total autonomía, por lo que la Bolsa no intervino en esta parte, sino que fue neutral.
Agradezco a EIRIS Empowerment Responsible Investment, un organismo independiente de escala global y gran prestigio, no lucrativo, con una red mundial de servicios a empresas y gobiernos. Esta organización que está basada en Londres, Reino Unido, tiene una amplia experiencia en índices de sustentabilidad como los que ya existen en los mercados de países desarrollados, entre los que destaca el FTSE, y empiezan a surgir en bolsas de mercados emergentes.
Agradezco igualmente a la Universidad Anáhuac del Sur, su participación en la construcción del Índice. Se trata de una institución que combina el estudio académico de las tendencias actuales en responsabilidad social y sostenibilidad de empresas, con la definición y seguimiento de indicadores para medir el apego de las empresas a sus principios y compromisos adquiridos.
En el proceso independiente de calificación, las propias compañías debieron adaptarse a estándares internacionales, fijados en buena medida por el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, el Banco Mundial y el ISO 14,000, de Industria Limpia.
Para cumplir con sus fines, el Índice se mantendrá actualizado permanentemente.
Mis más sinceras felicitaciones a cada uno de los corporativos, que hoy abren camino en una nueva cultura de sustentabilidad y responsabilidad social en México.
Luis Téllez Kuénzler, Presidente de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV)
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