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Recursos Humanos

La importancia de la tecnología en las organizaciones

La empresa Tatum, realizó un estudio donde se plasmó el estado actual de la implementación de iniciativas 2.0 en las organizaciones españolas y latinoamericanas, a continuación te presentamos un pequeño resumen con algunos datos arrojados por el análisis.

La empresa Tatum, realizó un estudio donde se plasmó el estado actual de la implementación de iniciativas 2.0 en las organizaciones españolas y latinoamericanas, a continuación te presentamos un pequeño resumen con algunos datos arrojados por el análisis.

¿Por qué este estudio?

Con un entorno global cada vez más influido por las redes sociales, en el que un simple comentario en un blog puede tener consecuencias imprevisibles (positivas o negativas) para una marca o una empresa, se hace necesario que las organizaciones se incorporen al mundo 2.0, realizando las transformaciones y cambios necesarios para adecuar sus modelos a este entorno.

Como punto de partida, antes de comenzar a lanzar iniciativas en las organizaciones, es necesario conocer el nivel de implantación de iniciativas 2.0 en las organizaciones y el grado de involucración y participación de sus plantillas en las mismas. Por este motivo hemos realizado un estudio comparativo entre los principales países de habla hispana para comprender cuál es el punto de partida macro en el que se mueven nuestras organizaciones. Pretendemos ofrecer una herramienta práctica que dé a las empresas un punto de referencia con el qué compararse, y que les permita interpretar mejor su situación actual, sus posibles proyecciones de futuro, así como las barreras y los potenciadores en los que apoyarse para transformarse.

¿Por qué nuestras organizaciones deben evolucionar?

Una de las preguntas más habituales cuando se habla en las organizaciones de la web 2.0, es “¿por qué tenemos que cambiar?”. Una cuestión que, primero, nos tenemos que responder a nosotros mismo con solvencia, para poder ofrecer argumentos sólidos al resto de miembros de la organización.

Un primer motivo lo podemos encontrar en los nativos digitales: esta nueva generación de profesionales que se empieza a incorporar hoy en día a nuestras organizaciones, para la cual las redes sociales, y sus comportamientos asociados, son tan cotidianas como beber agua. Este hecho, aparentemente, debería ser “institucionalizado” por las grandes maquinarias corporativas cuando estos se incorporan; pero, lejos de lograr uniformarles, los nativos digitales se están convirtiendo en auténticos caballos de Troya, que provocan cambios de hábitos en otros segmentos generacionales: uno de cada tres internautas utiliza algún medio social; la edad media en las redes sociales supera los 30 años (según Flowtown la media es 37 años); según ComScore casi una de cada cuatro personas tiene un Smartphone y accede a internet y a su correo a través del móvil.

Nuestros hábitos cambian, los de nuestros profesionales y clientes también… ¿Podemos darles la espalda? La web 2.0 supone un cambio imparable que, a modo de tsunami silencioso, avanza hacia nuestras organizaciones. Y su velocidad no es tan lenta como algunos defienden.

Como dice Clay Shirky, en su libro Here comes everybody, para que una tecnología sea socialmente relevante tiene que convertirse en aburrida. Es decir, cada tecnología necesita un tiempo para pasar de novedad (por ejemplo, ¡poder hablar por teléfono desde la playa!) a revolución social (por ejemplo, más de 6 mil millones de móviles en el mundo). Si analizamos el tiempo que algunas tecnologías han tardado en lograr 50 millones de usuarios, como referencia, nos encontramos que la radio tardó 38 años en lograrlo, la televisión sólo 13, internet necesitó sólo 4 años, el iPhone 3 y Facebook apenas 2 años. Es decir, el cambio se está produciendo y, por primera vez en la historia, la tecnología prácticamente co-evoluciona con la sociedad.

Todo proceso de transformación suele dejar víctimas, algunas previsibles y otras a priori, no.

Cuando apareció internet, ningún economista habría sido capaz de predecir que el sector de las enciclopedias, formado por grandes corporaciones con potentes inversiones para dotarlas de un componente más multimedia (recordemos Encarta, el proyecto millonario de Microsoft), iba a ser barrido de la faz empresarial por un proyecto sin ánimo de lucro que no paga un euro a ninguno de sus redactores (www.wikipedia.org). Tampoco era fácil ver el impacto que tendría en la industria de la película fotográfica  o en el negocio de los videoclubs. Muchos son los sectores aún heridos que no terminan de encontrar su camino por culpa de la red: la prensa escrita, la industria musical, las agencias de viajes tradicionales, etc.

No ha habido un cambio socialmente tan relevante desde la aparición de la imprenta. Cerrarse a él es una temeridad que ninguna empresa debería permitirse.

Conclusiones de México

Son más los profesionales mexicanos que:

– A nivel personal, se autocalifican como “críticos”, es decir, que reaccionan ante contenidos subidos por otros (hacen comentarios a lo que publican otros, votan y hacen valoraciones, escriben críticas…).

– Opinan que el éxito de las iniciativas 2.0 en las organizaciones depende de la tecnología utilizada y su principal barrera es la creencia de que reducen la productividad.

– Trabajan en organizaciones en las que está restringido el acceso a algunas redes sociales y en las que se ponen en marcha iniciativas 2.0 en el área de Recursos Humanos (para atraer y retener talento, para selección de personal y para la comunicación interna).

Fragmento del informe “Organizaciones 2.0” realizado por Tatum
Fuente: www.amedirh.com.mx/noticias/item/organizaciones-2-0

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VTE

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