La disciplina es uno de los pilares necesarios para una vida exitosa. Con esta habilidad, se puede abrir un nuevo mundo para ti. Saber cómo configurar nuevos comportamientos es un poder inmenso.
¿Qué aspectos positivos obtenemos con disciplina?
La disciplina nos ayuda a tener:
- Una mejor capacidad para alcanzar objetivos.
- Una mejor autoestima.
- Un mayor respeto por los demás.
- Mejor manejo del estrés.
En general, las personas equilibradas y disciplinadas son generalmente más felices.
No intentes convertirte en un modelo de disciplina de la noche a la mañana, a veces queremos resultados rápidos y quemamos etapas. Avanza gradualmente, comenzando con un simple hábito. Sigue el ritmo, planifica metas pequeñas y aumenta la dificultad gradualmente.
El primer paso es elegir un hábito diario, que se realizará durante aproximadamente un mes. Una vez que este primer hábito está bien establecido, si lo desea, puede elegir un segundo hábito y así sucesivamente.
La elección de su primer hábito es muy importante. Comience con un hábito fácil de implementar. Por lo tanto, aumenta sus posibilidades de éxito, lo que mejorará su motivación para continuar después con un segundo hábito, luego un tercero, etc.
Uno de los secretos de la autodisciplina es hacer un breve resumen cada fin de semana. Esta evaluación es para volver a pensar en la semana que termina para analizar su desempeño. Si se ha desviado de su compromiso, analice las circunstancias de esta mala conducta.
Si, por el contrario, ha respetado su nuevo hábito, siéntase orgulloso de sí mismo e intente identificar qué ha contribuido a su éxito.
Yokoi Kenji, “el chino del video”, desarrolló una inolvidable exposición sobre los mitos y verdades acerca de la cultura japonesa, que “bloquean la mentalidad progresiva del latino”.
Todo lo que llegaba a las manos de los japoneses, no por su ingenio -no lo creaban, llegaba a ellos- lo mejoraban gracias a su disciplina, porque es un pueblo disciplinado a muerte. La disciplina para ellos es el secreto del éxito.
Un japonés jamás llega tarde a una cita. Si usted le dice que es a las seis, es a las seis, si es a las siete es a las siete. Nunca falla y si va a fallar le avisa dos días antes: “creo que voy a llegar 15 minutos tarde pasado mañana”. Es exactamente así. Para ellos el tiempo es honorable y no importa ser inteligente, importa ser disciplinado en el tiempo, porque tarde o temprano la disciplina vencerá a la inteligencia.
Fuente: latinmoney.net