De acuerdo con la revista Time, hay una serie de lecciones para la vida laboral (y quizás también en general) que aprendemos en la primera década de nuestra vida profesional, generalmente, gracias a nuestros grandes errores. Aquí te van algunas de ellas:
Tu trabajo ideal es un fiasco
Uno de los problemas más comunes es que llegues al que tú crees es el trabajo de tus sueños, y al final no llene todas tus expectativas y en el día a día te sientas incompleto.
No te desanimes. Este puede ser tu punto de partida para reenfocar tu vida laboral y buscar algo que sí cumpla con lo que tú quieres lograr, así como para establecer expectativas realistas de lo que quieres encontrar.
Le dices que sí a todo
Sí, está bien mostrar entusiasmo porque deja una buena impresión en los compañeros de trabajo y los jefes. Pero ¿en realidad puedes con toda esa carga?
Lo más conveniente es aceptar que el éxito a largo plazo depende también de saber fijar las expectativas y pedir detalles precisos, como fechas de entrega, procesos y recursos.
Tu jefe es una pesadilla.
No trates de ‘arreglar’ a tu jefe. En lugar de eso, aprende a manejar sus reacciones y enfrenta las condiciones en las que te encuentras.
Tienes un trabajo con un gran salario… pero lo odias
El dinero no siempre es lo más importante. Y sí, puede que sea lindo llegar a tener un gran salario de inicio, pero con el tiempo, eso no es lo más importante en un trabajo, menos si en tu actividad diaria no encuentras algo que te motive.
Escondiste un error en vez de arreglarlo
Sí, todos nos equivocamos. Y hay que tener la humildad y la madurez para reconocerlo. Pero es un error muy común cuando se empieza a trabajar, por lo que lo más recomendable es asumir la responsabilidad del desastre y comprometerte a no repetirlo. Incluso puedes añadir dos preguntas para ‘endulzar’ la situación: ¿Cómo puedo hacerlo bien? Y, ¿cómo puedo reducir el daño?
Información de El Financiero