Por Alejandro Suárez | Milenio
Al mexicano lo tienen como una persona trabajadora, una persona honesta que sólo quiere salir adelante, señaló el director de la Casa Hidalgo en Houston, Carlos Fayad Licona. El funcionario, originario de la huasteca, dijo que esa oficina es un lugar para preservar las raíces del hidalguense.
“El mexicano trabaja mucho acá, sin pedir nada a cambio, sin ciudadanía y sin programas sociales del gobierno como el seguro médico o las tarjetas para comprar despensas a las que no tienen derecho. Eso es lo que piensa la persona americana, los mexicanos trabajan aquí y no piden nada a cambio”.
Con poco más de dos años en Estados Unidos, Fayad Licona estudia una maestría en Administración Pública, lo cual combina con su trabajo en la Casa, lugar donde es testigo de cómo miles de compatriotas buscan adaptarse a un nuevo país.
“Es cuestión de años que batallan para aclimatarse, para buscar un buen trabajo, bien pagado. Eso platico con algunas personas que están por acá. Ahorita los vemos bien, con una casa, una camioneta pero llevan 25 años. La realidad es que es muy complicado por acá, pero lo que se le reconoce a la comunidad migrante es que hace un gran sacrificio”.
El llamado “Sueño Americano” es por lo cual miles de personas cruzan la frontera en México y Estados Unidos cada año; hay quienes siguen en él tras décadas de trabajo, pero como cuenta Carlos, no todos lo logran, convirtiéndose en tragedia.
“Hay personas que llevan años intentándolo, hay otras que regresan a Hidalgo o México, y los ayudamos con la familia que tuvieron allá. Otras desafortunadamente ingresan a la delincuencia o a la cárcel, y crean un mal expediente”.
Originario de la huasteca, Carlos Fayad platicó que una de las cuestiones más difíciles para adaptarse es la comida, después de todo, él es originario de una región donde con un plato se muestra mucho más de la cultura que con un discurso.
“En principio el impacto sí es importante, cuando llegas piensas que vas a comer nada mas hamburguesas o hot dogs, pero una vez que te permeas con la cultura que hay en Houston que es una mezcla bastante exitosa entre cultura mexicana y americana encuentras comida mexicana, por ejemplo”.
Son años de adaptación, de sudor para ganarse un lugar en una sociedad que santifica el trabajo sobre todas las cosas. Estados Unidos es una Nación construida por migrantes deseosos de salir adelante.
“Las ventaja por la cercanía que tiene Texas con México sí hay mucha similitud de comida o de personas que hablan español, hay restaurantes hidalguenses como uno que se llama ‘El hidalguense’, donde hay barbacoa, cecina con enchiladas, de alguna manera te transportan”.
En sus 19 meses al frente de la Casa Hidalgo, Carlos ha hablado con cientos de personas que pasaron la frontera. Sus experiencias son difíciles de resumir, peor lo que ve en ellas es el espíritu mexicano que se niega a morir pese a estar en otro país.
“Hay personas que llevan 25 o 30 años aquí viviendo en Estados Unidos y sus hijos de 15 o 10 años pues se les complica viajar allá, no conocen físicamente Hidalgo pero a partir de las enseñanzas de sus papás de alguna manera se empapan”.
Ejemplo de ello es que cada Día de Muertos se reúnen para festejar el Xantolo, con altares de cada municipio de la Huasteca, pues esa es una forma de expresar que pese a expresar que son tanto estadounidenses como mexicanos, y más cuando en aquel país está la discusión de la reforma migratoria.
“Las comunidades están bastante fuertes aquí en Houston, ahorita está la potencial reforma migratoria, la verdad es que todas las organizaciones y personas que están interesadas en esa reforma se están moviendo, organizando para hacer esa presión con sus representantes y así sacarla este año”.
Agregar Comentario