Por Judd Webber para The Financial Times | Milenio (traducción)
Las compañías esperaron casi 80 años para invertir en exploración de gas y petróleo en México, y el gobierno superó una enorme oposición interna para la liberalización del sector. ¿Puede haber un peor momento para el colapso de los precios del petróleo?
En una palabra: “no”. Un funcionario internacional de nacionalidad mexicana dice que, a pesar de los rostros valientes en el sector, “la caída de los precios del petróleo entorpece significativamente los efectos positivos de la reforma energética, especialmente en el corto plazo”.
Sin embargo, a pesar del entorno desfavorable, la Ronda Uno de licitaciones en México parece muy lejos de ser un fracaso. Alrededor de 26 compañías, entre ellas las grandes petroleras ExxonMobil, Chevron, BG, Shell y BHP Billiton, así como la rusa Lukoil, y ONGC Videsh, de India, se inscribieron para tener acceso a los datos geológicos, sísmicos y de otro tipo para el primer bloque de ofertas (las áreas de exploración en aguas someras en el Golfo de México), y 42 compañías expresaron su interés en las licitaciones. Se ofrecerán otros bloques a lo largo de la ronda de las primeras licitaciones de 2015.
“Va como se esperaba”, dice Óscar López-Velarde, socio de la práctica de gas y petróleo de la consultora EY. “El proceso en México se mueve en la dirección correcta… la Ronda Uno debe ser muy exitosa”.
Lo que está claro es que mientras las compañías estudian a detalle sus ahora restringidos presupuestos de inversión (los precios del petróleo permanecen casi 50 por ciento por debajo de su nivel en junio pasado, a pesar de una reciente recuperación), México debe ofrecer condiciones competitivas y activos atractivos.
México pone sus esperanzas en que el desarrollo de los campos en aguas someras que se licitarán primero cueste menos de 20 dólares el barril, pero Luis Videgaray, el secretario de Hacienda que depende de los ingresos petroleros para financiar una tercera parte del presupuesto de México, reconoce que los términos fiscales tendrán que ser más suaves.
Sin embargo, incluso a los precios actuales, hay mucho por qué apostar, dice un inversionista. La tasa de recuperación promedio típica de activos descubiertos en un campo petrolero en el mundo es de alrededor de 30 por ciento, dice Alejandro Schwedhelm, socio gerente de la firma de capital privado NALA Energy, que tiene una sociedad con la empresa estatal Pemex, y espera también hacer ofertas por activos en tierra cuando se abran las licitaciones a finales de este año.
En México la tasa de recuperación es de 17 por ciento. “Eso significa que Pemex dejó muchos campos con un desarrollo parcial, porque tuvo que dirigir su inversión de capital a otro lado”, dice Schwedhelm. “Creemos que es posible realizar inversiones importantes incluso en el actual entorno de precios”, agrega.
Pemex, que por primera vez enfrenta competencia, también se da cuenta de que debe mejorar. Con las apretadas finanzas del Estado, la compañía tiene que reducir su presupuesto en más de 4 mil millones de dólares, alrededor de 11.5 por ciento. Pemex dice que tendrá que retrasar la inversión en la modernización de refinerías y proyectos de combustible limpio. El plan era invertir 5 millones 500 mil dólares en esos proyectos, algo que pregona la compañía como prueba de que la reforma funciona. También renegocia contratos con proveedores y busca recortar el personal y otros costos.
Sin embargo, la reforma significa que Pemex ya no tiene la obligación de extenderse de manera tan dispersa y puede buscar una mayor participación del sector privado. Pemex negocia para convertir los contratos actuales con compañías de servicios petroleros —la única participación privada que se permitía en el sector antes de la reforma— en reparto de beneficios, contratos de producción compartida y licencias, y también podrá asociarse con empresas privadas en consorcios para hacer ofertas por activos.
De acuerdo con el funcionario internacional, quien solicitó el anonimato, los bajos precios del petróleo significan que la “implementación (de la reforma) debe ser incluso más agresiva. Esto debe transformar a Pemex para que actúe como lo hacen las otras petroleras… para acomodarse al nuevo entorno”.
Antes de la caída del precio del hidrocarburo, el gobierno planeaba una inversión anual en el sector de alrededor de 12 mil mdd. ¿Todavía entrará dinero? Schwedhelm dice que “sí”: su fondo firmó un acuerdo —que todavía no es público— con una empresa de servicios que está en pláticas de renegociación de su contrato con Pemex, y “ese (proyecto) eventualmente requerirá inversión de al menos 2 mil mdd”.
López-Velarde dice que 12 mil mdd al año “suena a una cifra muy conservadora cuando la comparas con EU”. La inversión en proyectos de exploración y producción y proyectos de distribución en EU se espera que alcancen hasta 275 mil mdd al año durante los próximos seis años, estiman los analistas de gas y petróleo. Aunque la inversión tomará tiempo.
Sin embargo, la caída de los precios del petróleo alteró el calendario de la Ronda Uno. Juan Carlos Zepeda, presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), que dirige las rondas de licitación, dice que algunos prospectos no convencionales ya no son atractivos a esos precios. Algunos activos de esquisto no pueden licitarse hasta que llegue la Ronda Dos el próximo año.
Para otros inversionistas las licitaciones petroleras de México prometen abrir una oportunidad que genera emoción entre los operadores en México, Chicago y otros lugares: los contratos de futuro de gas.
Jorge Alegría, director de Mercado Mexicano de Derivados, dice que espera tener listos los contratos este año.
EL DATO
17%
Tasa de recuperación en un campo petrolero en México; a escala global es de 30 por ciento.
4,000 mdd
Reducción en el presupuesto de Pemex; la empresa anunció un recorte de personal.
12,000 mdd
Inversión proyectada de Pemex en exploración y producción antes del recorte.
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