“El Voluntariado Corporativo se ha constituido en una poderosa y efectiva herramienta para que la empresa pueda impactar positivamente a las comunidades donde opera, y con ello hacer la diferencia”
Lorena De Lima
En el panel de voluntariado del IX Encuentro Latinoamericano de Empresas Socialmente Responsables se plantearon diferentes retos y soluciones para la formalización del voluntariado corporativo en México.
Una de las principales inquietudes señaladas por expositores y participantes fue cómo cuantificar e impulsar el trabajo voluntario de las empresas en México.
Para dar inicio a la conversación, Lorena de Lima, experta en el tema comentó: “La sociedad mexicana es muy empática con los problemas de los demás y siempre dispuestos a aportar lo mejor de sí en favor de causas y grupos de la población a los que es sensible. El voluntariado es una gran forma de poder hacerlo, pero es necesario que este tipo de prácticas se formalice, que se planifique de manera que al poder cuantificar los logros y tener indicadores claros, medibles, seamos realmente capaces de conocer el impacto social que estamos logrando.
En este campo las empresas, al igual que cualquier otra función de negocio, deben trabajar por formalizar sus acciones de responsabilidad social y en particular las de voluntariado, para que así y sólo así se logren las mejoras y resultados que beneficien no sólo a la empresa en lo general, sino a todos y cada uno de sus participantes”.
“Queda claro -sentenció De Lima- que las empresas socialmente responsables queremos tener un mejor voluntariado, mucho mejor organizado y que sus esfuerzos se vean traducidos en un impacto social importante”.
Ante este cuestionamiento, Nidia Chávez Montiel de Grupo Telefónica dio a conocer la manera en que su empresa fomenta y formaliza el trabajo de voluntariado. “Contamos con un área de responsabilidad social global donde entra el proyecto de voluntarios. Fundación Telefónica le dedica más tiempo a formalizar la oferta.
El voluntario tiene la garantía de saber qué ocurre finalmente con el trabajo que realizó, a cuántas personas estamos beneficiando y qué está pasando. Hacerlo es una manera compleja y la inversión es importante, pero debemos compartir la información, que el voluntario sienta que en esta oferta tiene un efecto, que hay una causa en la que él cree, en la que pueda mostrar realmente su conocimiento, dar sus horas de trabajo.
Para formalizar, hemos creado un espacio web donde el voluntario es el director de su tiempo, incluso puede imprimir una hoja donde decide qué trabajos realizar y qué impacto tiene”.
Por su parte, Marcela Cristo Vaca de Grupo Modelo señaló que México ha venido bajando en el ranking del World Giving Index y que se necesitan acciones para que el país vuelva a ser como hace unos años.
“Cada vez que hay una tragedia, lo primero que vemos es cómo se desborda esa ayuda de los mexicanos en todas las actividades, sin embargo, comparados con otros países, México dedica relativamente poco tiempo al trabajo voluntario a través de una organización, en el World Giving Index de este año, México obtuvo el lugar número 90, mientras que en 2014 estuvimos en el lugar 85, debemos impulsar el trabajo voluntario en México desde nuestras trincheras”.
Para Marcella Lembert de Bank of America Merril Lynch la solución está en culturizar a la sociedad, pero no a los adultos, sino empezar a sembrar la idea del voluntariado a los niños, además de crear metas para motivar a los voluntarios. “Cuando tú tienes una meta dentro de una institución, es mucho más fácil trabajar y motivar a las personas. Aquí la pregunta sería: ¿qué podemos hacer desde nuestra trinchera para asegurarnos que el líder de nuestra empresa nos ayude a ser el primer promotor de nuestra causa y qué podemos hacer para que esto sea más cuantificable y medible?”
Lorena De Lima concluyó: “Debemos pensar en varias ideas para que el voluntariado sea atractivo, como convivir con compañeros de trabajo que en el día a día no tenemos oportunidad de ver; desarrollar capacidades que no necesariamente son en las que trabajo; tener oportunidad de convivir con el CEO también es una manera de motivar a los demás y por último, enriquecernos personalmente, pero también como empleados, tener esa sensación de orgullo”.