Si notas que tu empresa está un poco estancada, revisa si no estás haciendo estás cosas que detienen su crecimiento.
No tienes un plan de negocios
Si los objetivos de tu empresa no están claros, ni las estrategias que utilizarás para alcanzarlos. Además, si el proceso productivo, la inversión requerida, los costes y el financiamiento aún no están aterrizados, cometerás errores al realizar proyecciones y sobre todo, no podrás conseguir el capital y préstamos para tu empresa.
No te adaptas al mercado
Los clientes y el mercado cambian de manera constante, por lo que deberás adaptarte a las necesidades actuales. Si investigas cuales son las tendencias, podrás mejorar y optimizar tus procesos. Si no te adaptas, quedarás atrás y la competencia te rebasará.
Capital insuficiente
Si al comenzar a emprender no cuentas con el suficiente capital, tus operaciones se verán afectadas. Se recomienda contar con un ahorro equivalente a 3 meses de gastos destinados a imprevistos.
Falta de logística
Podrías contratar a terceros que lleven la logística o comprar tus propios vehículos de transporte, carga y/o distribución. Deberás evaluar la frecuencia con la que trasladarás materias primas, productos, herramientas, etc.
No capacitarte constantemente
Cuando inicias un negocio, deberás asesorarte, pero el aprendizaje no termina ahí. Deberás buscar asesoría sobre cuestiones legales, aprender de finanza, mercadotecnia y conocer los aspectos técnicos de tu negocio. No es necesario que te conviertas en experto de cada área, pero sí podrás tener una visión general del mecanismo de tu empresa, lo que hará más fácil la toma de decisiones.