Abres tu ventana una mañana, y ¿qué ves? Si vives en la Ciudad de México te puedo asegurar que muchos edificios te apartarán la vista de esas áreas verdes que tanto se presumen. Puede que te tomes el café de la mañana escuchando de lejos el tráfico que se acumula en periférico y que sí, tiene un lugar reservado para ti.
Puede que frente a tu ventana haya un edificio gris con un espectacular enorme que le tapa la visión a otras pequeñas ventanas. ¿Te has puesto a pensar qué hay detrás de él? Y no me refiero a esa familia que seguramente ya se olvidó de la luz del sol, me refiero al trabajo que va detrás de esa buena idea. Sí, la he llamado buena idea, porque para mover nuestra visión y lograr colocarse frente a ti a alguien le tuvo que haber parecido la mejor idea que ha escuchado.
El mundo actual ha construido sus cimientos sobre estas visiones. Nuevas y actuales ideas, pensamientos revolucionarios que encontraron su oportunidad de salir a la luz y llevarte a ti un poco a la oscuridad. Si alguna vez te dijeron que estabas viviendo en la época de las oportunidades, posiblemente no se equivocaron; sólo les faltó decirte que es una época de millones de personas al mismo tiempo y en un mundo de hormigas es difícil ser la hormiga más reconocida. Pero, ¿qué hizo que esa hormiga lograra poner su espectacular frente a tu ventana motivándote todos los días a comprar su producto? La respuesta es que encontró a la persona indicada que volviera sus sueños realidad.
Creadores de sueños, deberían de llamarnos así a los reclutadores de outsourcings, ya que nuestro trabajo no sólo consiste en buscarte un escritorio más con una silla que llenar, buscamos que seas la pieza del rompecabezas que hace falta. Tú sólo dinos quién eres y nosotros nos encargaremos de saber quién te está buscando. Eres la pieza faltante de un rompecabezas enorme, lo cual nos lleva a pensar que, si en tu actual trabajo están en descontento, posiblemente esa silla y ese escritorio no están hechos para ti, no los diseñaron pensando que algún día serías tú quien llegaría a ocuparlos. Piensa que en algún lugar está esa silla con ese escritorio vacío sintiendo la falta.
Puede dar miedo salir en búsqueda de las demás piezas, pero para eso estamos nosotros, somos esas personas que podemos ver el rompecabezas desde arriba y ver tu nombre escrito en ese espacio en blanco. Y si no me crees, date una vuelta por un outsourcing y que te enseñen los cajones llenos de rompecabezas.
Tenemos carpetas con nombres de todos ellos a los que hemos acomodado en su silla y escritorio que más les hacía falta. Si lo tuyo no es una oficina, qué tal que podríamos encontrar ese lienzo en blanco donde podrías dibujar a la ciudad nuevamente, o ese piano donde podrías componer la música que marcara las generaciones que están por llegar.
En cuanto se refiere a outsourcings entre más humanos podamos ser, el trabajo será mejor hecho. No debemos olvidar que los sueños con los que estamos tratando son de personas de verdad, tratamos con el material humano y con talento. Así que deja atrás esas ideas de ser sólo un número de matrícula, lleva tu nombre a donde vayas y entre más alto te atrevas a soñar, más alto nos puedes motivar a nosotros.
Así que la próxima vez que camines por los callejones grises de este monstruo de ciudad puedes sentir que tus pasos van liderados por buenas ideas, pensamientos auténticos e innovadores que formaron un rompecabezas interminable.
Por: Emma A. Cañizares, psicóloga y escritora de SOGEM (emmacf14@gmail.com).
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