Fue a principios del siglo XX cuando las legislaciones estatales del Estado de México y de Nuevo León, principalmente, incluyeron disposiciones legales para que los patrones tuvieran la obligación de atender a sus trabajadores en caso de muerte o accidentes.
En la Constitución de 1917 se logró un avance importante al establecer la necesidad de promover programas de previsión social –entre los que se incluían los seguros de pensiones– en el artículo 123.
El presidente Álvaro Obregón fue pionero en los programas de pensiones de retiro, sin embargo, fue hasta que su sucesor, Plutarco Elías Calles instauró la Ley General de Pensiones Civiles de Retiro y un plan similar para la milicia.
Ya con Lázaro Cárdenas, los programas de retiro fueron mejorados, incluyendo planes de pensiones para el retiro en contratos colectivos, sin embargo, Cárdenas tampoco logró extender estos beneficios a sectores más amplios de la sociedad, quedándose únicamente para los empleados petroleros y ferrocarrileros.
Fue hasta la década de los 40 cuando Manuel Ávila Camacho lanzó la Ley de Seguridad Social que abarcaba a todos los trabajadores asalariados y que pasó a formar parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), creado por Lázaro Cárdenas.
Esta ley de seguridad social incluía beneficios como pensiones por invalidez, vejez y retiro, aunque la cobertura se mantuvo casi exclusivamente en zonas urbanas.
Estos avances provocaron que la Dirección General de Pensiones y Retiro fuera sustituida por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en 1959.
Para 1964, al finalizar el periodo presidencial de Adolfo López Mateos, el IMSS contaba con una cobertura de 25% de la población.
Programas de retiro
Hasta 1997, el Seguro de Invalidez, Vejez, Cesantía en Edad Avanzada y Muerte del IMSS fue el más importante en México, logrando más de 10 millones de afiliados en 1995. En ese entonces, un trabajador podía acceder a su seguro para el retiro al cumplir un mínimo de 500 semanas trabajadas y tener 65 años de edad.
El 1 de julio de 1997 nacen las Administradoras de Fondos para el Retiro, mejor conocidas como Afores, que son instituciones financieras privadas que administran fondos de retiro y ahorro de los trabajadores mexicanos. Al instaurarse las Afores, el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) logró cubrir 99.6% de la Población Económicamente Activa (PEA) en 1997.
Estos cambios han logrado que, actualmente, la pensión mínima sea igual al 100% del salario mínimo vigente en la zona A (Distrito Federal); mientras que entre 1970 y 1980 se equiparaba con el 40% del salario mínimo.
En la actualidad
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, creada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas menciona en su artículo 25.1 que: “Toda persona tiene (…) derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”.
Actualmente existen 11 Afores, reguladas por la Consar, en las que cualquier persona puede tener una cuenta individual, ya sea con aportaciones de la empresa en la que labora o con las llamadas aportaciones voluntarias, en caso de ser trabajador independiente no afiliado al IMSS o al ISSSTE.
http://www.un.org/es/documents/udhr/index_print.shtml
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