Por: Mariana F. Maldonado/El Universal
En febrero pasado, el mundo de la tecnología sufrió un revuelo luego de que Facebook decidiera comprar WhatsApp por la desorbitante cantidad de 16 mil millones de dólares. Apenas cinco años después de su creación, la aplicación de mensajería telefónica logró una compra millonaria que ni Youtube logró con Google: este gigante pagó por el sitio web que permite subir y compartir videos una cifra más de 10 veces menor.
El caso de WhatsApp es uno emblemático por la manera en la que demuestra que las tecnologías de la información mueven millones.
WhatsApp ha sido una de estas empresas que han decidido basar su modelo de negocio en éstas y que ha demostrado que emprender tecnológicamente, si se hace de manera exitosa, es altamente lucrativo.
Pero además de generar millones, esta tendencia global genera -o debería generar- valor agregado y valor social. ¿Cómo? ¿sólo a través de aplicaciones? ¡No!
Las tecnologías de la información son mucho más que aplicaciones e involucran todos los ámbitos de la vida.
La importancia de las tecnologías de la información es inmensa: un ejemplo de ello es la definición que hizo de éstas Kofi Annan, ahora ex secretario general de la ONU, el cual sostuvo que éstas “pueden mejorar la vida de todos los habitantes del planeta” e incluso, señaló, son instrumentos que ayudarían a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio -entre los que se encuentran reducir la pobreza extrema, frenar la propagación del SIDA y garantizar el acceso a educación primaria- así como permitir avanzar en temas de libertad y democracia.
Celulares, aplicaciones, desarrollos tecnológicos en agroindustria: en general es software, hardware, y todo aquello que ayude a mejorar los procesos productivos se encuentra dentro de esta categoría, explica Víctor Moctezuma, director del Hub de innovación y emprendimiento iLab Veracruz.
“Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC) cruza todas las cadenas de valor. Cómo le ponemos sensores a los árboles para que nos digan que están enfermos, o cómo podemos poner sensores a las carreteras urbanas para que nos avisen del tránsito y flujo de la gente, cómo podemos hacer que las personas sean más conscientes de lo que consumen a través de la tecnología, cómo creamos robots inteligentes. Todo esto se encuentre en esta categoría”, asegura.
El termómetro de México
México se encuentra rezagado a nivel mundial. El estudio del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) titulado Los Emprendedores de TIC en México, señala que pese a ciertas ventajas que tiene el país, como la cercanía con Estados Unidos, se ha rezagado en esta materia.
“Mientras que en México las patentes TIC representan 11.8% del total, en algunos países como Corea del Sur representan 40%. Además, mientras en México creamos 0.87 empresas por cada mil personas en la fuerza laboral, en Chile y Brasil se crearon 4.13 y 2.38 respectivamente”, explica.
En general, esta área de emprendimiento muestra ciertas limitantes, como la inversión privada que se destina a ellas.
Según arrojan los datos analizados por el estudio del IMCO, comparado con India, en donde iniciaron operaciones 379 empresas apoyadas por aceleradoras de alto impacto, en México, pese a que no son cifras oficiales, apenas lo hicieron 50 empresas.
Un botón de muestra para demostrar el atraso, son los datos que arroja el Global Entrepreneurship Monitor, los cuales indican que sólo 8% de las empresas mexicanas utiliza tecnología de menos de un año de antigüedad.
El inconveniente que se presenta para los inversionistas al querer meter dinero en este tipo de empresas -llamadas también startups- es que muchas de ellas fracasa.
A lo largo del país hay ciertos clusters de tecnología en donde se desarrollan proyectos como, el estado de Jalisco. Sin embargo, es necesario este tipo de empresarios a lo largo de todo el territorio.
¿Cómo lograrlo?
Hay varios puntos que tienes que tomar en cuenta si eres este tipo de emprendedor y quieres comenzar la aventura de fundar tu propia empresa TIC.
Primero, para hacer rentable a una empresa de este tipo, no es suficiente sólo tener una idea, necesitas detectar una necesidad y de ahí desarrollar la solución tecnológica que la ataque.
“La forma de hacer negocios de las startups es hacer pruebas y errores todo el tiempo. Te estarás enfrentando a lo que necesitas crear y estás construyendo y destruyendo el mismo modelo de negocio”, explica Moctezuma. Así que se necesita prueba y error para lograrlo. Antes de quebrarte la cabeza, revisa si alguien ya hizo algo parecido a ti. “Estás a un Google de descubrirlo”, ejemplifica el experto.
Pero probar no es lo único que vas a necesitar. También deberás tener concentración, motivación y persistencia, porque las cosas no salen bien a la primera. “Ciérrate a que eso es lo que tienes que hacer, vivir, respirar y comer. Tienes que ser muy agresivo en sostener y retener la motivación. Pero tienes que ser muy persistente, de que te vas a dar de topes contra la pared, de que el prototipo no va a funcionar, de que no vas a conseguir financiamiento a la primera ni a la quinta, es un hecho”, explica el especialista.
Es común que aquellos que tienen ideas de este tipo busquen soluciones como las de emplearse por una compañía. De hecho, este es un ejemplo común; eso sucedió con Steve Jobs antes de que creara Apple en Atari, y también lo hizo Jan Koum en Yahoo, antes de crear WhatsApp. Sin embargo, es necesario también que si se tiene un proyecto, se le dedique el tiempo necesario para lograrlo, aún luego del trabajo fijo, es decir, que se tenga una visión a largo plazo.
Es recomendable que te acerques a algún ecosistema de emprendimiento. Según el estudio del IMCO, la experiencia internacional muestra que los casos exitosos de emprendimiento innovador se dan en esquemas de “triple hélice”, es decir, en donde la innovación no surge de forma aislada sino que se desarrolla en redes que agrupan a emprendedores, entidades de gobierno y centros de investigación. La recomendación de la Startup Guide elaborada por la Harvard University Office of Technology Development es que identifiques un mentor para trabajar con él o ella regularmente, así como una red de emprendedores como tú para revisar ideas. Es necesario que consideres que registrar tu idea ya desarrollada es esencial. Trabaja en registrar una patente antes de que se haga público.
El mejor activo de una startup es su propiedad intelectual. Después de que se destapa, obtener la patente (particularmente en Estados Unidos) no es posible ya, señala la guía de Harvard. Así que primero, registra.
¿Y el dinero de dónde?
En México hay varios fondos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, de la Secretaría de Economía, del Fondo Pyme (del Instituto Nacional del Emprendedor) y de gobiernos locales que apoyan a este tipo de emprendimientos. También existen empresas como Adobe Capital o fondos del Banco Mundial que aportan para estos negocios. Pero primero, preócupate por producir el prototipo y que funcione, luego podrás poner atención a la manera de fabricarlo en serie y de comercializarlo.
Esto lo podrías lograr si estableces conexiones a través de terceros, las cuales incluso, pueden estar en otros países, explica Moctezuma.
Agregar Comentario