Conocer las necesidades y expectativas del cliente
Nadie nos puede ayudar más en este proceso de innovación que nuestros propios clientes. Ellos son quienes saben cómo, cuándo, dónde y qué producto o servicio necesitan, y saben perfectamente qué cambios realizaría. Por ello es importante construir una relación de confianza, para que, como negocio, podamos obtener retroalimentación sin importar que sea buena o mala, así podremos encontrar oportunidades de mejora e implementarlas.
Impulsar mejoras desde adentro
Para realizar cualquier cambio, siempre se tiene que empezar desde adentro, por lo cual es de vital importancia implementar estrategias para motivar a los clientes internos y a la organización, realizando mejoras en la misma. Es bueno que los empleados expresen sus ideas y que sean valoradas.
Actualización tecnológica
Día con día, la tecnología avanza un poco más, por eso no debemos de quedarnos atrás, por el contrario, debemos de actualizarnos para sacar el mejor provecho de las nuevas tecnologías con las que podríamos innovar. Asimismo, hay que sacarle provecho a la gran cantidad de información que se encuentra en la red.
Grupo de innovación
La opinión de todo integrante de la empresa debe de ser escuchada, pero también puede resultar fácil perder el rumbo con tantas ideas, por lo que es recomendable establecer un grupo que lidere el proyecto de innovación. Deberá de estar conformado por personas con distintas capacidades, experiencias y conocimientos para que puedan complementarse. Deberá tener la capacidad de resolver problemas e implementar nuevos proyectos para innovar en la organización.
Prueba y error
Antes de lanzar cualquier proyecto innovativo, la empresa deberá de probarlo antes con un grupo selecto de clientes para estar seguros de que no hay errores y si los hay, eliminarlos antes de que se valide.
Fuente: negociosyemprendimiento.org