Por: Mariana F. Maldonado/El Universal
¿Qué es lo primero que se te viene a la mente si alguien te dice que tienes que capacitar a tu equipo? Que es caro, que no te alcanza, que enviar a tus empleados a cursar alguna maestría o a tomar algún curso no te retribuirá a corto plazo, o que para qué capacitarlos si algún día se irán de tu empresa llevándose todo el conocimiento adquirido gracias a ti.
Pero un estudio del McGill Institute for Health and Social Policy demostró lo contario, ya que encontró que las empresas fueron más rentables capacitando a sus empleados que si no lo hubieran hecho.
“Ofrecer programas de entrenamiento e identificar planes de carrera claros para los empleados permite un reclutamiento más sencillo y menor rotación laboral. Tomar clases de idiomas, por ejemplo, puede aumentar la comunicación entre empleados y mejorar la eficiencia laboral”, concluyó el estudio.
En este sentido, Yemi Smeke, directora de la incubadora Proempleo Productivo, explica que capacitar a un equipo de trabajo es una “inversión que reditúa en el corto plazo porque la gente estará mucho más contenta y con la camiseta puesta, feliz de que el empleador se preocupe por ella”.
Es común pensar que la capacitación sólo la realizan los grandes corporativos, pero incluso es más importante en las Pymes, debido al impacto de los posibles errores que se puedan cometer en el camino, explica Juan Manuel Juárez Letechipía, consultor y fundador de LID Centro de Liderazgo.
“En una Pyme son menos manos haciendo las cosas, entonces si alguien falla, el error es más grave. Si la empresa tiene 100 empleados, a lo mejor no se nota; pero si tiene tres empleados, el error representa 30% del resultado, por ejemplo”, asegura.
Además de servir para prevenir errores en la organización, la capacitación es tan importante que toca una gran parte de los aspectos que conforman a una buena empresa, como la buena comunicación, el sentido de pertenencia, el establecimiento de lazos de cooperación entre los miembros de un equipo y la lealtad hacia el empleador.
El que un empresario, ya sea pequeño o grande, esté preocupado por la preparación de su equipo, permite que sus colaboradores se queden en la compañía y se eviten todos los gastos que conlleva la rotación de personal, la cual en México, es alta: la tasa es de 17.8% y sobrepasa la media de América Latina, la cual es de 11.2%, según el estudio Saratoga de la consultoría PwC.
Si sigues pensando que no vale la pena, estás en la misma línea que muchas empresas. Ignorar la importancia de la capacitación se encuentra entre los principales errores, según la consultora McConnell. Se trata de derribar falsas creencias: ni los empleados están lo demasiado ocupados para recibir entrenamiento ni recortar los programas de capacitación cuando llegan tiempos difíciles no repercutirá en la empresa.
En este sentido, el que los empleados estén capacitados es un “componente crítico” para mantener competitiva a la fuerza de trabajo. “Tu negocio no es estático ni tampoco tu equipo. Las habilidades de tu equipo necesitan estar continuamente actualizadas para mantenerse efectivas”, asegura NcConnell.
La capacitación que se le puede ofrecer a un empleado es amplia, e incluye cursos de inducción en el que se enseñe la misión, visión, valores y todo lo referente a su puesto y a sus responsabilidades dentro de la organización hasta la posibilidad de cursar una especialización que mejore su formación.
En este sentido, no sólo es necesario que la empresa le ofrezca la posibilidad de tomar un curso o una maestría de forma aislada. Es importante que la organización se preocupe por construir un programa que sea completo y que contemple formación continua.
“No es nada más de hoy se me ocurre darles tal curso y mañana otra cosa, tienes que ir con expertos de capacitación para que te hagan un programa a largo plazo, en el que se contemplen distintos temas para cada año, por ejemplo”, explica la directora de Proempleo.
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