En 1990, la Comisión Federal de Electricidad, convencida de la importancia de preservar los recursos naturales mediante el ahorro en el consumo de energía, lanza una iniciativa para conformar un fideicomiso privado, sin fines de lucro y con el objetivo de asistir en las acciones de ahorro y eficiente uso de la energía eléctrica.
A este llamado responden los actores más importantes del sector como la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (CONCAMIN), la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA), la Cámara Nacional de Manufacturas Eléctricas (CANAME), la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría (CNEC) y el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), quienes fundan el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) el 14 de agosto de 1990.
Actualmente el FIDE se rige por un Comité Técnico conformado por representantes de los fideicomitentes fundadores, de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE) y vocales de las empresas afiliadas a este fideicomiso, además de un representante de Nacional Financiera (NAFIN) en su papel de fiduciaria, quien tiene voz, pero no voto.
El FIDE nació con una meta clara: “el ahorro y uso eficiente de energía eléctrica en los sectores de la sociedad, a través de proyectos que fomenten el desarrollo tecnológico y, con ello, el uso de combustibles fósiles en la generación de electricidad”; para ello, este fideicomiso ofrece apoyos técnico y financiero a través de distintos programas de ahorro y mejora de eficiencia energética como el Eco-crédito empresarial, el Sello FIDE, el Premio Nacional de Ahorro de Energía Eléctrica, el Horario de Verano, entre otros.
En sus 25 años, el FIDE ha generado grandes cambios en los usos de la energía eléctrica, tanto a nivel empresarial como a nivel sociedad, rompiendo esquemas y haciendo posible un menor uso de combustibles fósiles, reduciendo los gases de efecto invernadero en el país; los objetivos estratégicos del FIDE son:
- Financiar programas y proyectos de eficiencia energética –eléctrica y térmica–, cogeneración y generación distribuida con fuentes renovables en industrias, comercios, servicios y vivienda.
- Alcanzar una posición competitiva mediante el otorgamiento de un mayor número de financiamientos a tasas más atractivas e implementar sistemas más eficientes de crédito y cobranza.
- Diversificar fuentes de ingresos e incrementar la captación de recursos.
- Lograr mayor colaboración con empresas públicas, privadas y sociales; organismos empresariales; gobiernos federal, estatal y municipal.
- Incrementar y diversificar los servicios de gestoría y de asesoría técnico–administrativa en la integración de proyectos en materia de energía.
- Coadyuvar en el fortalecimiento de la cultura del ahorro y el uso eficiente de la energía en la población.
- Ampliar la participación del FIDE como una entidad evaluadora y certificadora de competencias laborales en materia de energía.
- Incursionar en la investigación aplicada y en la innovación tecnológica en ahorro, uso eficiente de la energía y generación distribuida con fuentes renovables.
Entre otros que buscan convertir al FIDE en un referente como una organización con suficiente capacidad técnica y autonomía financiera, líder a nivel nacional e internacional en la ejecución de acciones de ahorro y uso eficiente de la energía y mitigación del impacto ambiental.
Fuente: fide.org.mx
